Con gran sorpresa y profunda indignación, en el día de ayer recibimos el aviso de que se eliminó de nuestro canal de Youtube el video del seminario realizado el 28 de junio, “Tecnologías médicas: ¿para la salud o para el mercado?” dictado por el Dr. Gonzalo Moyano, coordinador de la red de Medicamentos de ALAMES, para nuestra materia electiva.
La plataforma nos imputa “difusión de información médica errónea”, pero en el comunicado no identifican a cuál contenido abordado se refiere. Al borrar nuestro video del canal sin previo aviso y sin permitirnos acceder a él de ninguna forma, nos impide recuperar nuestro trabajo y revisar cuál información difundida podría haber sido interpretada como “información médica errónea”.

Hacemos pública nuestra preocupación ante este hecho de censura a un espacio académico desde el cual estimulamos procesos de reflexión y pensamiento crítico con sustento científico, para aportar a la formación de trabajadores de salud al servicio de las comunidades y no de las corporaciones.
La prohibición del desarrollo de contenidos académicos sustentados en información científica que tienen como objetivo estimular el pensamiento crítico (en cualquier campo del conocimiento) no debería naturalizarse, ni aceptarse, pues habilita la consolidación de una lógica de pensamiento único, hegemónico que, por definición, es anticientífico.
Nuestra materia NO es dogmática. Justamente pretende seguir el postulado de Albert Einstein: “lo importante es NO dejar de hacerse preguntas”.
Si Youtube hubiese existido en 1850, con sus actuales políticas de censura, entre sus contenidos jamás hubiese sido posible oír al “padre de la patología moderna” Rudolf Virchow quien, en contra de lo que se afirmaba desde las escuelas de medicina de su época, dio por tierra con la teoría de los “humores” como causas de las enfermedades. Tampoco Ignaz Semmelweis, impulsor del lavado de manos en la práctica médica hubiera tenido lugar en Youtube en 1847, ya que para la comunidad médica de la época aceptar que eran sus manos las responsables de enfermar y matar a las mujeres parturientas era inaceptable (no olvidemos que los “gérmenes” fueron identificados recién a fines del Siglo XIX). Con la actual política de censuras de Youtube, basada en defender dogmáticamente la voz de “las autoridades de salud local y la OMS”, nunca se hubiesen difundido las investigaciones de Marshal y Warren quienes al identificar al H. Pylori como causante de las úlceras gástricas, pusieron en crisis las prácticas históricas de resolución quirúrgica utilizadas hasta ese momento con mayor mortalidad posterior que el actual uso de antibióticos. Y la lista podría seguir.
Youtube censura los principios mismos del pensamiento científico, pues la duda, la pregunta, es la base de todo avance del saber y conocimiento.

al menos para revisarlo de modo privado y esto fue lo que nos respondió.
Al no permitirnos recuperar siquiera para uso privado el video, Youtube roba material no generado por ellos, y nos impide identificar, si es que lo hicimos, errores cometidos.
Aún con la amenaza de Youtube de eliminar por completo nuestro canal, y el riesgo de ser eliminadas nuestras cuentas de Instagram, Facebook y Twitter, repudiamos el accionar y la censura de Youtube a nuestro canal.
A quienes con sus denuncias anónimas, propias de los más oscuros tiempos de nuestra historia, impulsan las censuras de Youtube con el claro objetivo de cerrar nuestro canal y redes virtuales, les decimos, como el gran Neruda “podrán cortar todas las flores, pero no detendrán la primavera”.
Por este medio explicitamos que no hay censura que logre amedrentarnos o silenciarnos en el camino de construir una ciencia digna, estimular el pensamiento crítico y formar profesionales sólidos científicamente, al servicio de los pueblos y no de las corporaciones.
Materia e Instituto de Salud Socioambiental
Facultad de Cs. Médicas UNR