El trigo transgénico “HB4” que se cultiva junto a un peligroso agrotoxico, el glufosinato de amonio, llegó a las mesas argentinas. Ya son 25 molinos que compran y mezclan a este controvercial cereal y se distribuyen sin ningun tipo de etiquetado que permita diferenciar a los OGM (Organismos Geneticamente Modificados), estando a diposicion para su consumo masivo en panes, empanadas, pizzas, facturas, fideos y cualquier otro alimento que contenga harina.
Desde el InSSA resaltamos que hasta el momento no exiten pruebas científicas independientes y publicadas en revistas academicas donde demustren su inocuidad para la salud humana y para los ecosistemas. El OGM fue aprobado en base a “estudios” realizados por la propia empresa y son confidenciales.
Por otro lado el glufosinato de amonio tiene una elevada toxicidad sobre el ambiente y la salud humana, la cual ha sido demostrada en numerosos trabajos científicos, así como también se ha evidenciado que no se degrada e incluso es posible detectarlo hasta en ultraprocesados.
La gravedad del asunto ya fue denunciado por nuestro instituto y por numerosos cientificos, productores y organizaciones socioambeintales.
El periodista Dario Aranda ha publicado una nota periodistica en la edicion de hoy del diario “Pagina 12”, la nota recupera la investigacion realizada por el InSSA sobre la gravedad para la salud publica que implica su consumo. Te invitamos a leerla en el seiguiente link: Pagina12